A veces 50 minutos pasan muy rápido. Soy consejera licenciada y hoy me reuní con un pastor asociado encargado del ministerio de conexión, pero por supuesto también tiene otros proyectos a su cargo como el banco de alimentos, misiones, y el ministerio de intercesión. Usualmente nos reunimos en las mañanas, y empezamos reflexionando en los sucesos desde la última vez que nos vimos. Tenemos una relación muy relajada pues ya llevamos meses trabajando juntos. Este pastor en particular no tiene ningún diagnóstico clínico. Llegó a mi consultorio referido por una organización sin fines de lucro que ayuda a ministros a buscar un profesional de la salud mental. Este pastor estaba buscando alguien “imparcial” con quien procesar los retos y las bendiciones de una vida de ministerio.
En nuestras sesiones evaluamos sus límites o “boundaries,” el balance entre su vida personal/familiar y su vida ministerial, exploramos objetivamente áreas donde se autocritica fuertemente, y celebramos juntos logros, y áreas de nuevo aprendizaje y crecimiento. Algunas sesiones tocamos temas muy difíciles y profundos donde se derraman lágrimas. Hoy la sesión fue más liviana, donde hubo mucha risa, todas centradas en las vivencias de un pastor.
No hay historias como las que cuentan los pastores…nunca me aburro. Hoy los 50 minutos de la cita se fueron volando. Pudimos haber hablado mucho más, pues siempre hay temas para tocar. Tenemos metas y objetivos como guía de nuestra relación de cliente y consejero. Siempre le recuerdo: yo trabajo para usted y usted me dirá cuando ya mi trabajo termina. Nos despedimos, agendamos la próxima cita y hago nota de temas que quiero tocar cuando volvamos a vernos. Antes de cerrar, este pastor se preguntó en voz alta: “¿Por qué no hice esto antes?” No es la primera vez que lo dice.
¿Por qué debe un pastor considerar la opción de tener un consejero profesional a corto o largo plazo?
Las estadísticas alumbran luz a esa pregunta:
En su reporte de Salud Mental Pastoral del 2021*, Faithlife entrevistó a un grupo diverso compuesto por 345 pastores y estos son algunos de los resultados:
- 40% encuentran que el brindar cuidado pastoral es drenante
- 31% entre edades de 25-40, 27 % entre edades de 41-60 sienten agotamiento/desgaste emocional y mental
- 28% se sienten criticados por su congregación
- 13% no sienten que su relación matrimonial es saludable
- 12% consideraron el suicidio
Tal vez se pregunte: ¿Cómo puede beneficiarme tener un consejero profesional licenciado?
Existen muchos beneficios para la persona pastoral que día a día se enfrenta a distintos retos y desafíos emocionales en su comunidad. Un momento de consejería y/o terapia profesional licenciada puede ayudar a un pastor a:
- Procesar eventos, pensamientos y emociones con una persona que ofrece un punto de vista objetivo en un espacio seguro; un proceso de desahogo seguro.
- Tener un espacio neutral donde se aplica el proceso de evaluar factores críticos en el proceso de toma de decisiones.
- Apoyar su relación familiar.
- Proveer herramientas que podrá usar en el presente y el futuro durante diferentes etapas de su vida personal y ministerial.
- Desarrollar destrezas de auto conocimiento y auto evaluación
- Explorar comportamientos aprendidos y descubrir sus raíces.
- Tratar un trastorno clínico y aprender como mejor manejar ciclos afectivos.
- Prevenir trastornos y enfermedades relacionadas a la labor pastoral como lo son la fatiga por compasión, trauma de segundo impacto, entre otros.
Recientemente trabajé con un pastor de niños que tenía mucha dificultad cultivando relaciones con adultos. Sentía que nada lo hacía bien y que siempre terminaba en un malentendido con aquellos que trabajan en su equipo y hasta con los padres de los niños. Cuando llegó a mi consultorio estaba muy triste y frustrado. Temía que le iban a despedir de su trabajo. No nos tomó mucho tiempo en descubrir que ciertos eventos en su niñez llevaron a esta persona a desarrollar unos comportamientos y actitudes (desconfianza, hipervigilancia, y comunicación brusca) que resultaban en muchos conflictos interpersonales. Trabajamos en llevar a un cierre ciertos eventos de su pasado de los cuales no había procesado de lleno y esto le llevó a entender mejor sus reacciones en ciertas situaciones. Hoy en día los cambios que ha implementado le han ayudado primeramente a aceptarse a sí mismo, darse gracia, y comunicarse mejor con los demás. Ha encontrado libertad, paz y amistades durante el proceso, con la ayuda de Dios. Sí, también este proceso es necesario para la persona pastoral.
Preguntas comunes acerca de la consejería
¿Debo tener un problema emocional o de salud mental para establecer una relación de consejería?
La mitad de mis clientes que están en el ministerio no reúnen los requisitos/síntomas clínicos para un diagnóstico, PERO sí tienen síntomas que al no ser atendidos pueden resultar en el desarrollo de un trastorno clínico. Puede usted emplear a un consejero profesional de manera preventiva.
¿Cómo puedo tener privacidad?
Se recomienda que usted vea a un consejero que no esté vinculado con su congregación o comunidad inmediata. Existen leyes que garantizan la confidencialidad de lo que se dice entre cliente y consejero. Si vive en una comunidad o pueblo muy pequeño, esto puede ser una barrera.
Una alternativa a considerar sería la consejería con modalidad virtual. Esta le permite obtener los servicios de un consejero profesional que esté licenciado en su estado, pero que no necesariamente tiene que estar físicamente cerca de donde usted vive. Pero recuerde, cualquiera sea la modalidad, leyes de confidencialidad guardan su privacidad.
¿Cómo pago el costo de la consejería?
Se puede usar beneficios de su aseguradora para pagar el costo. También existen becas para ministros suministradas por diferentes organizaciones sin fines de lucro, al igual que programas desarrollados en las mismas denominaciones. Hay consejeros que trabajan pro-bono con ministros, al igual que con descuentos. Se puede usar programas de asistencia al empleado (EAP), como también si tiene una tarjeta HSA, la misma se puede usar para pagar gastos relacionados a la consejería.
¿Cómo puedo escoger un profesional de la salud mental?
Usualmente, el consejero profesional provee una consulta gratis de aproximadamente 15 a 20 minutos y puede aprovechar esa oportunidad para hacerle preguntas e investigar si se siente cómodo al hablar con esta persona, entre otras cosas.
Aquí algunos consejos para mantener en mente a la hora de escoger:
- Los consejeros profesionales deben tener una licencia activa en el estado en el cual ejercen.
- Los consejeros profesionales deben tener límites bien definidos (físicos, sexuales y de otro tipo) y tener una clara separación de sus vidas personales y sus vidas profesionales.
- Los consejeros profesionales deben seguir un estricto código de ética.
- Los consejeros profesionales están aquí para ayudarte, apoyarte y empoderarte. Nuestro trabajo es llevarte a un punto donde ya no nos necesites. Tenga cuidado con los consejeros que intentan fomentar una dependencia en ellos como un medio para retenerlo en el tratamiento a largo plazo cuando la situación / diagnóstico no lo amerite.
- Los consejeros profesionales tienen áreas de especialización. Conozca las áreas de especialización de su terapeuta. Un buen terapeuta te proporcionará un referido si tus necesidades de tratamiento están fuera de su alcance de práctica.
En mi experiencia trabajando con pastores, nunca he escuchado un comentario de que fue una pérdida de tiempo, al contrario, como les compartí anteriormente, lo usual es que hay un momento donde se dan cuenta que no era para nada lo que esperaban y se preguntan ¿Por qué no hice esto antes? Ojalá cada pastor sienta siempre la libertad y la comodidad de buscar y conectar con consejero, si así lo necesita.
Sarah Serrano, LCSW – https://bienestarce.com/
